Aún sueño en polaroids

Aborto legal, seguro y gratuito.

martes, 16 de octubre de 2012

La tercera posición.


"Para nosotros los justicialistas el mundo se divide hoy en capitalistas y comunistas en pugna: nosotros no somos ni lo uno, ni lo otro. Pretendemos ideológicamente estar fuera de ese conflicto de intereses mundiales. Ello no implica de manera alguna que seamos en el campo internacional, prescindentes del problema.
Pensamos que tanto el capitalismo como el comunismo son sistemas ya superados por el tiempo. Consideramos al capitalismo como la explotación del hombre por el capital y al comunismo como la explotación del individuo por el Estado. Ambos "insectifican" a la persona mediante sistemas distintos. Creemos más; pensamos que los abusos del capitalismo son la causa y el comunismo el efecto. Sin capitalismo el comunismo no tendría razón de ser, creemos igualmente que, desaparecida la causa, se entraría en el comienzo de la desaparición del efecto.
Esto lo hemos probado durante los ocho años de nuestro gobierno en que, el Partido Comunista en nuestro país, alcanzó su mínima expresión. Para ellos nos bastó suprimir los abusos del capitalismo procediendo por evolución en los sistemas económicos y sociales.
Es indudable también que esta revolución reaccionaria (la llamada Revolución Libertadora), al destruir parte de nuestras conquistas y volver a los viejos sistemas, traerá consigo un recrudecimiento del comunismo en la Argentina. El comunismo es una doctrina y las doctrinas sólo se destruyen con una doctrina mejor. La dictadura militar con su sistema de fuerza y arbitrariedad pretenderá destruir con la fuerza lo que es necesario tratar con inteligencia. Ni la policía, ni el ejercito son eficaces en este caso. Una justicia social racionalmente aplicada es el único remedio eficaz y, los militares entienden muy poco de esto. Menos entenderán aún estando como están en manos del más crudo reaccionarismo conservador y clerical."

jueves, 16 de febrero de 2012

Mirame pues si querés verte, porque imagen mía sos.

Pobre del que tropiece por equivocación en el camino de mi corazón. Deberá padecer las heridas que llevo, sobrevivir mi desconfianza y dejarse cortar por mis ojos. Podría haber sido distinto, pero el curso y el agua son una misma cosa al final.
Y con cada amor sé que volveré a cometer los mismos errores, sé que seguiré engañándolo y mintiéndole, pero sólo por mantenerme viva en este póker donde gana el que menos apuesta. Ya lo dije, y lo seguiré sosteniendo.
Lo que llama mi atención, es cómo cada uno de nosotros repite la misma acción, acumula y despotrica contra el siguiente, sin cambiarlo, sin lograr vencer el dolor de la herida y el resentimiento para poder abrirse a la espera de que la próxima vez no sea igual. Muchas veces inducimos el dolor, con la mala predisposición, muchas otras simplemente el otro está en una etapa más atrasada. Pero que fácil que logra tirarnos y hacernos volver a empezar de cero. Cero negativo.
Es azar, suerte y karma. Aunque todas sean de universos diferentes.
Agua de azar para volver al ruedo, monedas de la suerte para encontrarte con otro en la misma etapa y carne de karma para que todo lo anterior sea posible.
Siempre, en la recta, del lado de los positivos, nos lastimarán, nos empujarán, nos golpearán, nos tirarán, pero el positivo y las falanges limpias: son mías.