Aún sueño en polaroids

Aborto legal, seguro y gratuito.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Saturnia Barroca

Suena Extremoduro en un bar de Saavedra.
Vengo de lo de una amiga, se llama Rocío. Creo que me banca más de lo que debería- Todos tenemos nuestra forma de redimirnos, de devolver lo que se nos dio, y ella eligió escuchar historias.
Me bajé del Mitre en una estación al azar -así como mi estado mental-, reconocí el barrio y caminé un poco sin rumbo, un poco decidida a sentarme en un bar como este. Es parte de mi descargo (desgracia) estar conmigo, descubrirme y evadir la realidad.
Sé qué hacer, no tengo puta idea cómo.
Hace una semana que estoy en un estado que me gusta llamar "en pausa", le quita drama y protagonismo, porque en sí, no soy más que un daño colateral. Perversión y fuga.
Rechazo, me cagaste, dos. Y yo me creo que me como el mundo. A veces creo que esto es una comedia muy mal contada, con reidores a destiempo y chistes de alguien que no pudo ser.
Tenés que entender que sos eso, inseguridad. A nadie le gusta la inseguridad. En este mundo, alguien que encuentra un goce allí merece el encierro, el segundo puesto, la audacia de lo fugaz. Me pregunto si hay goce en la costumbre.
Siempre pensé que era yo la única que decidía. Barato autonconvencimiento. Baratísimo. Gasté mi tiempo y no trabajé para mí.
La pausa no sé si es excusa, o si al pensarlo en verdad me saboteo para minimizar todo y salirme del protagónico. Quitarme de antemano la posibilidad de actuar. Infelizmente siempre vuelve cayendo como proyectil, me interrumpe cuando converso, cuando me pierdo en mis pensamientos evasores, y sobre todo cuando sueño. Sueño mucho, intenso, real, dormida y despierta.
[Puta canción violencia, quisiera que no tengas nombre, quisiera que me dejes en paz]
Sueño como el de ayer, por ejemplo: mi madre Senadora provincial y él cara a cara diciéndome que no entendió mi carta, no me entendió, otra vez. No intentó hacerlo, o peor, lo hizo y se ahorró la respuesta. Todo claro, esta vez, enserio. Esa y mil cartas más volvería a enviar, otra vez avasallando y no dejándole otra opción que la de saber qué pienso. Me dice que no y se la leo en voz alta.
Otro sueño de fraternidad, pero no me trago el combo. Me es imposible disgregar las partes, ellos son un todo, más aún si sos mujer, como yo. Me cuestiono cuándo se pierde el nexo entre el amor y el respeto a lo que se ama. Supongo que cuando deja de ser acción.
Ya nada me parece seguro. ¿Acaso puede amarse mal tantos años y creer que eso que uno da es sano?
¿

y pensar que uno entrega cuando en realidad quita,
anula,
bloquea,

?