Aún sueño en polaroids

Aborto legal, seguro y gratuito.

jueves, 16 de febrero de 2012

Mirame pues si querés verte, porque imagen mía sos.

Pobre del que tropiece por equivocación en el camino de mi corazón. Deberá padecer las heridas que llevo, sobrevivir mi desconfianza y dejarse cortar por mis ojos. Podría haber sido distinto, pero el curso y el agua son una misma cosa al final.
Y con cada amor sé que volveré a cometer los mismos errores, sé que seguiré engañándolo y mintiéndole, pero sólo por mantenerme viva en este póker donde gana el que menos apuesta. Ya lo dije, y lo seguiré sosteniendo.
Lo que llama mi atención, es cómo cada uno de nosotros repite la misma acción, acumula y despotrica contra el siguiente, sin cambiarlo, sin lograr vencer el dolor de la herida y el resentimiento para poder abrirse a la espera de que la próxima vez no sea igual. Muchas veces inducimos el dolor, con la mala predisposición, muchas otras simplemente el otro está en una etapa más atrasada. Pero que fácil que logra tirarnos y hacernos volver a empezar de cero. Cero negativo.
Es azar, suerte y karma. Aunque todas sean de universos diferentes.
Agua de azar para volver al ruedo, monedas de la suerte para encontrarte con otro en la misma etapa y carne de karma para que todo lo anterior sea posible.
Siempre, en la recta, del lado de los positivos, nos lastimarán, nos empujarán, nos golpearán, nos tirarán, pero el positivo y las falanges limpias: son mías.